Por Nelly Patricia Montoya
Las nuevas tecnologías de comunicación como antenas satelitales, sistemas radiales y de telefonía, en contextos de violencia en ciudades apartadas, tienen un riesgo alto de ser utilizadas para uso ilegal y sabotaje incluyendo la presión sicológica, alcanzando los límites de la psicología del terror.
Si estas se suman a tecnología de punta el caos será nuestra identidad; collares con audeo o sistemas más sofisticados como chips integrados corporales en manos de grupos que deseen liderar negativamente esta sociedad iniciarán una segunda generación de esclavos o venta de cerebros en ambientes virtuales.
Colombia por poseer parte de la orbita geoestacionaria debe regular los espacios electromagnéticos de los hogares y generar estrategias seguras para que estos vivan en un país democrático en donde los derechos fundamentales no se violen virtualmente.
Si en las calles la violencia cambia de medio, “La Espada de Damocles” que García Márquez pronosticó hace más de dos décadas cambiará de medio. Colombia debe preparse y enfrentar con rigor político, sin sacar usufructo ilegal de esta oportunidad y con una gran responsabilidad científica, para que el término ciudad digital sea un ejemplo en el mundo y para que la humanidad vea en Colombia algo distinto a la lucha de clases, a la utilización inadecuada de la gran biodiversidad que tenemos y a la imagen de un país donde el terrorismo es a veces premiado con incentivos.
Lea la Nueva Espada de Damocles para conocer los nuevos riegos y las soluciones...
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